Las pieles sensibles son pieles con la circulación vascular alterada, frágiles, finas, en ocasiones muy blancas y con rojeces en zonas como mejillas, frente y barbilla. A veces presentan también zonas en las que la piel está deshidratada (pérdida de agua) o zonas de piel seca (pérdida de lípidos de la piel). Suelen ser pieles muy reactivas, por lo que no se debe aplicar ningún producto antes de haberlo probado.
Hay que tener en cuenta cómo retirar la mascarilla: utilizar agua templada y retirar los productos con toques suaves, nunca con fricción.
Se pueden utilizar:
– 🍒 Mascarillas con exfoliantes físicos: con gránulos suaves como las de melocotón. También pueden usarse las que especifiquen en el envase que son para pieles sensibles y reactivas.
– 🍒 Mascarillas con exfoliantes químicos: con PHA que eliminan las células muertas y estimulan la renovación celular pero sin irritar la piel.
– 🍒 Mascarillas con exfoliantes enzimáticos: suelen ser ácidos de frutas como la papaya, que son menos irritantes y sensibilizantes que otros exfoliantes.
– 🍒 Mascarillas purificantes: la arcilla rosa es más suave y no irrita la piel.
– 🍒 Mascarillas en velo: hidratantes, nutritivas y calmantes
– 🍒 Mascarillas en crema o gel: con las mismas propiedades que las anteriores
– 🍒 Mascarillas de burbujas: que oxigenan la piel de forma suave y aportan hidratación y luminosidad