Se sabe desde hace unos años que el protector solar es el mejor producto antienvejecimiento que existe.
La luz UV que recibimos del Sol en nuestra piel, destruye las fibras de colágeno y elastina aún más rápido que el envejecimiento natural, como consecuencia, la piel a partir de los 35 años empieza a manifestar las arrugas más rápido y su tratamiento es más difícil.
La limpieza facial es clave para retirar a diario los restos de productos que hemos utilizado durante el día en nuestra piel, además de la suciedad propia que se genera, la polución y los restos de sudor. Tras la limpieza, es importante hidratar y nutrir la piel, puede ser con nuestro tratamiento completo (contorno de ojos + sérum + crema facial) o con una parte sólo (contorno de ojos + sérum), dependerá del calor que tengamos, ya que hay que añadir como último paso el fotoprotector solar.
Hoy en día los fotoprotectores son muy variados y podemos elegir texturas y tipos de filtros para el cuidado de nuestra piel. Vamos a centrarnos esta vez en las texturas, puesto que los tipos de filtros ya los hemos tratado en post anteriores.
Antiguamente, el fotoprotector se elegía simplemente por la textura más adecuada a cada piel. En la actualidad, podemos elegir la textura con la que nos sintamos más cómodas, siempre y cuando hayamos hecho una correcta hidratación o nutrición de la piel primero. El único truco para elegir el fotoprotector es que podamos adaptarlo a nuestra rutina de belleza diaria de forma cómoda y sencilla.
El fotoprotector que nos hará sentir la piel mejor cuidada, será el que trate el problema que más nos preocupa de nuestra piel:
💜 Arrugas: se denominan Anti Age y además de tener la máxima protección, se combinan con activos antiedad como el Ácido Hialurónico y otros antioxidantes que neutralizan el daño celular producido por el Sol. Están indicados para pieles normales y secas.
💜 Manchas: suelen tener antioxidantes o despigmentantes que además de prevenir la aparición de manchas, nos ayudan a tratar las que ya tenemos. Dentro de este grupo, podemos encontrar los solares que tratan: el melasma, la queratosis actínica o las manchas producidas por el fotoenvejecimiento.
💜 Rojeces: suelen estar indicados para pieles sensibles, reactivas o atópicas. Llevan las letras AR para indicar que son anti rojeces y nos ayudan en el caso de que nuestra piel no tolere determinados filtros solares, alergias a perfumes, si tenemos descamaciones, rojeces, etc.
💜 Fotoprotectores con Efecto Maquillaje: con diferentes tonos para adaptarse a todos los tipos de piel, pueden sustituir el maquillaje que utilizamos a diario y protegernos del Sol con la máxima protección. Hay diferentes texturas, una para pieles normales y secas, y otra que es libre de grasa (Oil Free) para pieles grasas y mixtas. Además, podemos elegir entre polvos compactos o fluidos con acabados empolvados y matificantes.
💜 Anti imperfecciones cutáneas: están indicados para pieles grasas o mixtas por su efecto matificante y seborregulador, además de la fotoprotección solar. Son texturas muy ligeras que se combinan con los tratamientos del acné o de las pieles grasas para protegerlas.
En cuanto al factor de protección, en todos los casos tratados hablamos de protecciones solares muy altas (SPF50+) que evitan las quemaduras y los daños celulares causados por los rayos solares.
Es importante recordar que el fotoprotector hay que ponerlo siempre media hora antes de la exposición solar, para que se absorba y proteja de la forma correcta y hay que renovarlo cada 2 horas. Sólo existe una excepción a esa regla, que son los fotoprotectores 100% minerales que son efectivos desde su aplicación.
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